Hace siete años atrás comenzaba el profesorado de arte. Retomaba luego de varios años mi contacto con el barro, y, desde ese momento supe que ya nunca dejaría de hacerlo. Siete años que me parecen poco, siento que todavía hay mucho por aprender. Pero aprendí que la mejor forma es practicando, intentando, reintentando, cambiando, insistiendo, soltando, transformando. Buscando, encontrando, dejándome llevar por la inspiración, practicando.Perder el control, volver a empezar. Meditar, balancearse, pasar por los elementos, reconocer la energía de los elementales, comprender la materia. Animarse. Expresarse. Mi mente, un poco obsesiva, recorre feliz las páginas de química y se alimenta de fórmulas y elementos. Pero como dijo un reconocido científico la fuerza más grande es el amor, y la alquimia continuamente da cuenta de eso. Todo lo que me pasa con una obra desde que la concibo hasta que está completamente finalizada es un hecho alquímico, y que de mí requiere que de lo mejo...